Hoy terminó la larga vida de uno de mis seres más queridos. Ella nació cuando yo nací, y sin embargo, ella siempre veló por mi y me cuidó. ¿Cuánto uno quiere a sus mascotas? Pues yo, mucho. Y ella la quería más, porque fue mi primera perra, y la perra más linda, la que nos robaba la comida a mi y a mis hermanos de las manos, la perra a la que amo y amaré.
Llegó a la vida conmigo, pero quedó en el camino. Yo sigo luchando lo dificil, que es la vida, mientras ella descanza en paz, ahora en el cielo, si la pelicula fuese cierta.
¿Estarás con todos los perros callejeros que murieron sin dueño ni afectos? ¿Estarás en una mejor vida, donde la comida es infinita? ¿Serás feliz?
Ahora me arrepiento de no haberla querido más. Haberle hecho vivir sus mejores días, sus últimos.
Nos pretegió largos años en la puerta ladrando, nos dio felicidad y risa cuando nos robaba la comida de las manos, nos reíamos cuando llegabamos y tenía el plato en su boca esperando que le demos la comida, cuando se había comido cosas que no eran para ella, o desenterraba huesos.
Cuando ladraba a los otros perros, y te guiñaba el ojo.
Te voy a extrañar por siempre, Sayi.