Eva en la época Colonial












Eva vivía con su madre en una casa demasiado grande, al costado de las vías del tren. La madre de Eva, había sido heredera de infinitas tierras cerca de la Cordillera de los Andes, en Mendoza. La línea ferroviaria había sido colocada por su padre, para comunicar su finca con el puerto.
Eva justo volvía de Buenos Aires, en su tren de muchos lujos. Su madre, al igual que yo, la esperabamos con cierta ansia.
Eva bajó del tren, con su perro blanco, siempre reluciente. Eva llevaba un vestido blanco, con su melena rubia al viento. Esa imagen me recuerda mucho a la que luego fue Marilyn Monroe.
Eva portaba su sonrisa reluciente, como cada vez que soñaba con ella. Eva era feliz y yo también lo era.
Eva se fue y yo desperté.